Todas las alabanzas pertenecen únicamente a Alá; quiera Él conceder la paz y las bendiciones a nuestro Profeta Muhammad, sello de la profecía, a su familia, compañeros y todos aquellos que siguen su camino hasta el Día de la Resurrección.
La legislación islámica (Shari’ah) es un sistema completo que tiene como objetivo construir la personalidad del ser humano en todos sus aspectos y facetas. El Islam concede gran importancia a este asunto, y por ende unió la fe y los modales. El Profeta r dijo: “El más completo de los creyentes y más perfecto en su creencia es aquel que posee los mejores modales”. (Ahmad, Abu Dawud & Tirmidhi).
Los correctos modales son el fruto de la creencia y la fe. La fe no prospera si no se ve acompañada de un crecimiento de los buenos modales. El Profeta r nos informó que uno de sus más grandes objetivos como profeta era completar los más excelentes modales; dijo: “He sido enviado para completar los buenos modales.” (Ahmad, & Bujari en el libro titulado Al-Adab Al-Mufrad).
Alá alabó los modales y la educación de Su Profeta r:
“Eres de eminente carácter” (68:4)
¿Cómo puede compararse entonces la excelencia del Islam respecto a los modales y los valores con las artificiales teorías e ideologías materialistas que han abandonado todo valor y principio, sin siquiera oponerse a la opresión de otros pueblos y naciones, para sustraer sus riquezas y humillar a sus ciudadanos?
El Islam ha establecido que perfeccionar los modales en todos los asuntos cotidianos es una manera de acercarse a Alá y a su complacencia.
Pero cuando el musulmán se distancia de los modales islámicos, en realidad se está distanciando también del espíritu del Islam y sus principios básicos, y se torna un robot desprovisto de alma o sentimiento humano.
En el Islam los modales y la fe tienen estrecha relación. Alá ha explicado que el Salat (la oración) protege a la persona del mal y los pecados, purifica y eleva el alma. Dijo Alá:
“La oración prohíbe la deshonestidad y lo reprobable”. (29:45)
El ayuno impregna a la persona con el más grande de los modales: la piedad. Dijo Alá:
“¡Creyentes!; Se os ha prescrito el ayuno, al igual que se prescribió a los que os precedieron. Quizás, así, alcancéis la piedad”. (2:183)
El ayuno induce a otros modales como la calma, la tranquilidad, la tolerancia, y apartarse de todo lo vano y superficial. El Profeta r dijo: “Si alguno de vosotros está ayunando que no diga obscenidades ni grite o alborote. Si es insultado o dañado que diga: ‘¡Estoy ayunando!” (Bujari & Muslim).
El Zakat (la caridad obligatoria) también purifica los corazones y las almas, y libra de enfermedades como el egoísmo, dice Alá en el Corán:
“¡Toma de sus bienes una caridad para purificarles con ella!” (9:103)
El Hayy (la Peregrinación) es una escuela práctica para purificar el alma de todo mal. Dice Alá en su libro:
“Quien decida hacerla en esos meses se abstendrá durante la peregrinación de las relaciones maritales, de cometer actos impíos y de discutir”. (2:197)
El Profeta r dijo: “Quién realiza el Hayy y no mantiene relaciones sexuales con su esposa (durante el Hayy), ni comete pecados, saldrá del Hayy (purificado) como el día que su madre le dio a luz”. (Bujari & Muslim).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario